9/19/2011

De los machos incomprendidos.

Pendejo: si te vas a sentar dos horas a esperar que te comprenda, intenta comprenderme tú también. Si quieres que te escuchen, aprende a oír, que para eso la vida te dió dos orejas. Si quieres intrigarme, por lo menos ten ideas originales o sentido del humor. No te pares delante mío, tomándote tan en serio y tan digno, y esperes que te aplauda tus diatribas como si fueran máximas. O sea, aprende a dialogar y deja ese delirio de que tu pene es como un micrófono abierto y tú Jesucristo Superstar. No eres especial. He conocido a miles como tú.

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