2/05/2012

Antes de confesarles los sentimientos a otros, hay que confesárselos a uno mismo.
Harta de los cínicos. Ni siquiera son originales. En el fondo, son todos traumados envidiosos sin bolas, sin sangre, sin corazón; impotentes emocionales. ¡Aléjense, que encontré el amor! Y no quiero escuchar consejos sin pedirlos. Canto, ahora sí...

Mano y guante,
Este no es como otro amor,
Este es diferente porque es nuestro.
Y lo que la gente diga
Ni lo sé ni me importa, la verdad.