12/25/2007

Dulzura, yo sólo bromeaba cuando dije
que deberían apalearte en tu cama...

Dulzura, yo sólo bromeaba cuando dije
que quería romper todos los dientes de tu cara.

Los Smiths.

11/26/2007

Glory Hole.

El camino lo hacen alegres piedras regadas.
(No me dijiste nada pero me miraste.)
Frías y arenosas, como recordando el río.
(No me dijiste nada pero me mataste.)

Te encontré dorado y me fascinaste.
(Quise tenerte para siempre.)
Una lucidez me obligó a entender
que debía quererte libre.

Una sangre espumosa y pequeña
dibuja pecas en las lisas piedras.
Deberíamos lamer la sangre y la arena.
(Un pájaro urga nuestro destino maldito.)

Con la lengua te dibujo
un anillo en el ombligo
y se quedan ahí mis buenas y
mis malas intenciones contigo.

Altura y pelos

Desde acá arriba se ven los bichos galácticos empecinados en penetrarse los unos a los otros. A veces tienen congojas, siempre se les olvidan. Me cuesta averiguar cuánto del dolor han aprendido y cuántos gramos son legítimos. Desde acá arriba les revelo el disfraz:
el hombre celoso que por miedo a dar algo se ha quedado sin nada para dar.
La careta circunscritamente femenina de las chicas jovenes, ambivalentes entre ser amadas o traicionar. (La boca de un personaje de Wilde declaró que sólo la infidelidad conocía las tragedias.)
El tipo de fe promiscua cuya realidad quema los párpados y viaja al más allá.
La suave mano mordida que busca a tientas una nueva palma para rascar.

[Medito. Me arrepiento, me contradigo. En realidad yo no estoy tan fuera ni tan arriba.]

8/02/2007

Desvarío

¡Alerta! ¡Alerta! ¡Alerta!
A los que guardan todavía huellas de zarpa y aguacero,
a aquél muchacho que llora porque no sabe la invención del
puente
o a aquél muerto que ya no tiene más que la cabeza y un
zapato,
hay que llevarlos al muro donde iguanas y sierpes esperan
[...]
Ciudad sin sueño, Federico García Lorca.

No hay peor insulto que el papel en blanco. Blanco, puro,
doliente, sin manchas que lo hagan único, sin letras que
cambien sus duras dimensiones. Con un hambre de letras
enorme, metálica, estrecha. Con un hueco de hambre tan
monumental que se debería convertir en estatua, o escribir en
récord en donde se cuentan cuantas vacas cometieron
suicidio.
Tan vulgar el hambre, tan común y corriente. Y las palomas
sucias chapoteando en el agua, revolviéndose en la basura.
Haciendo lo que tienen que hacer mientras se levanta el
elemental edificio, que está ahí porque ahí tiene que estar. El
papel sigue estirado en dolor y aun así, sin sangre. Es un dolor
mudo y de lo tan mudo que es duelen los oídos. Así es la
violencia de la ciudad.
La gente usa abrigos como las ovejas lana (éstas son las
auténticas). ¿Los otros? Impostores, pretenciosos,
mentirosos, falsetes, todos. Sólo unas cuantas ovejas que son
víctimas de su estádo de ánimo; que no llaman a preguntar
"¿Cómo estás?" porque, honestamente, no les importa. Es
más, temen al duro caparazón Daliniesco de la langosta
naranja que suelta pitos como llamaradas. Violencia,
violencia. El ruido del teléfono es pura violencia.
Y después, la bala. Pero la bala es hermosa, aerodinámica,
suave, concisa; y además va directo al punto. La bala no reza
ni se lamenta, no es pretenciosa. La bala quiere matar y eso es
precisamente lo que hace. No se pone a explicar sus ideales,
no intenta convertir al cristianismo, no hondea una bandera
roja: no tiene boca infecciosa, ni lengua mentirosa. Es
honesta, dolorosa pero honesta. Y en el último minuto, revela
-veloz, fugaz como la vida- destellos de eternidad. Los ideales
duran más que los hombres.
El tiempo, medida de peso insuperable, reduce nuestras
pretensiones a algo menos que el polvo. Por suerte llegamos
hasta aquí, no por destino. El "quizás" resume nuestra
existencia indecisa y nuestro sino impredecible. Léase este
texto como un desvarío refutable, no como un axioma o
una tesis. (En este instante la bala -falaz también- atraviesa
el inocente papel en blanco, se desgarra en un grito como
una tela y de su punta cuelgan vivas gotas de clavel.)

6/23/2007

Intento ser profunda y sólo llego a ser solemne. El patetismo y la cursilería son inevitables. Reitero el error--el horror--de tomarme muy en serio.

De tomarlos a ustedes muy en serio.

6/07/2007

La baja autoestima es una vanidad, un deseo de magnificar lo trivial de nuestros dramas.

***

Estoy siendo víctima del terrorismo comercial. Oh, añoro el glamour, el plástico, el rendirme ante las bondades del peluquero, el dejar la pedantería y ser el sexo decorativo que estoy supuesta a ser.

***

Los tiempos son duros cuando todo significa absolutamente nada. El consuelo consiste en recrear nuestra posición de mártir y esperar, pacientemente, una resolución divina. Bañémonos entre vómitos. Lleguemos, presas de pánico, a la oficina del odontólogo a llorar con lágrimas ardientes. Intentemos lo imposible: socializar. Reconozcamos que no somos especiales, que sólo somos egoístas, consumidos en nuestro propio ego dolido y que somos incapaces de comprender a los demás. Ya no somos mártires, ahora somos verdugos.

5/29/2007

Duda honesta

¿Acaso la gloria se hace de la misma materia que la mierda?

5/28/2007

Ironía

Oh, eterna ironía la de odiar el lugar en el que vives y, así, de amar a aquél que pisa tan alegremente estas calles sedientas. Irónico será el recuerdo: odiar y amar al mismo tiempo. Irónica la coincidencia, el lugar y el momento: Dios juega con sus hilillos al destino. Peina su pelo, acaricia su piel: lo hace inevitable, inminente, ineludible.

5/07/2007

Lo inminente

Cuando se escribe aquí es declarado. Queda, entonces, declarado: he fracasado.

4/02/2007

12XU

Pienso en un episodio.
Mágicamente el papel borra lo pensado. Abre su boca desdentada, llena de nada, y me traga las ideas.
Lo olvidé, o no lo sé. ¿A qué mar profundo, dentro de mí, naufragan las palabras?
¿Las supe alguna vez?
No, yo no sé nada. Y no es modestia Socrática,
Ni interés didáctico.
Es simplemente no ser humana.
Es estar mutilada, en una caja de archivo,
Ocupando un ventrículo cerrado. Ocupando poco espacio,
Siendo apenas una molestia.
Ahora mismo, mientras repito estas palabras…
Mi voz no es mi voz. Esta que ustedes ven
No soy yo. No quiero que sea.
Sólo soy un número gris.
Un tres, seguramente.
Un tres eternamente encorvado hacia dentro,
Sin poder levantar la cabeza y ver el cielo,
Y ver, en los otros ojos, una cara diferente.

Un papel en blanco es una suerte de risas.

1/05/2007

Angustia

Eterna preocupación de ser robados lo que tenemos. De tener lo que no somos. De ser lo que no queremos. Inutilidad. Impotencia. Rabia.