Gracioso egoísmo: tiembla la tierra en Nueva York y todos pensamos que se acaba el mundo. No se acabó después de Hiroshima, no creo que se acabe justo ahora.
No, no soy normal. Lo cual tampoco significa nada especial. Y de todos modos, no quisiera ser normal. Nunca nadie normal hizo nada importante. Yo quiero hacer algo importante aunque fracase, quiero fracasar con elegancia.
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