CORO DE BRUJAS: «Líbrame, oh poderosa prudencia, líbrame de amar sin esperanzas, pues es locura»
CORO DE PRIMOS: Ya no volveré a mi casa, donde mi madre me espera siempre llorando, más abajo de la mata de higuillos. Ni me asomaré más nunca al pozo, porque tengo miedo de verme como aquella vez: allá en el fondo. Ya no iré más a la casa. Ni buscaré más nunca una lata de agua. Ni le haré caso al abuelo cuando me mande a trancar los terneros... Ahora me voy a tirar aquí, sobre la yerba llena de abujes, a esperar que vengan los aguaceros, y me lleven bullendo hasta el sitio donde dicen que él se tiró, para ahogarse...
CORO DE TÍAS: Ay, ay, la última vez que lo vieron dicen que andaba desnudo.
ABUELO: Ay, ay. Y con los pies en carne viva.
LA MADRE: Ay, Ay. Y escribiendo sin cesar.
CORO DE BRUJAS: «No me podré dormir antes del alba.
Esta mañana tengo la dicha de su pensamiento.
Mi soledad se ha poblado de mil presencias».
De Celestino antes del alba de Reinaldo Arenas.
8/22/2011
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