No es ningún misterio la regla. Sin embargo, es bastante franca, humana y cruda como para ser discutida, siquiera considerada, siquiera pensada. Intelectual o estéticamente no vale, no interesa. Da asco, es rechazada. Sin embargo, es el acercamiento más real que alguien puede tener con su cuerpo: No podremos acariciarnos el higado, descifrar la marcha del corazón, apretarlo fuerte, sangriento, tocarnos un hueso. Pero podremos experimentar la regla, un acercamiento con la vida. Luego de esto podremos odiarla infinitamente y esperar a que nos llegue una menopausia prematura.
7/20/2004
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